VISITA A ZAGREB Y VUELTA A CASA (CAP. XII)

Amanece en la capital de Croacia. Estamos en Zagreb y es 23 de agosto. Eso significa que hemos completado nuestra ruta, que hemos llegado a nuestra última etapa y a nuestras últimas horas en un país que nos ha enamorado. Nos levantamos en nuestra confortable habitación, recogemos nuestros bártulos y nos disponemos a arrasar en el bufet del desayuno. La que más disfrutó es nuestra pequeñaja que degustó, además de su biberón, varias mortadelas y quesos, y, una vez más, no pudimos pasar desapercibidos entre los huéspedes del hotel. El desayuno, incluido en el precio del alojamiento, no era excesivamente variado, pero si de calidad. Los croissants estaban deliciosos, así como la chacina, las tortillas y quichés. Como hasta las 12:30 no teníamos que devolver el coche en el aeropuerto, pudimos dar un pequeño paseo para ver la ciudad con otra iluminación. Repetimos fotografías de la Plaza, centro neurálgico de la ciudad, esta vez con la animación propia del día.

Nos acercamos hasta la Catedral, esta vez sí que pudimos entrar. Nos pareció preciosa tanto por dentro como por fuera.

Dimos otro paseo por el mercado, repleto de puestecillos de artesanía y, sobre todo, de fruta. Y finalmente, entramos en un par de tiendas de souvenirs, antes de regresar rápidamente al hotel para recoger nuestras cosas y partir rumbo al aeropuerto.

Nos habían dicho que en media hora podríamos llegar a la terminal de salida. Como no encontramos las plazas de aparcamiento habilitadas para los coches de alquiler de nuestra compañía, optamos por dejar el vehículo en el parking principal. El aeropuerto es pequeño y llegamos sin problemas hasta la zona de facturación. Encontramos rápidamente la oficina de alquiler de coches de la empresa HM, con la que habíamos alquilado el nuestro. Al decirle donde estaba el coche nos dijo que debíamos abonar nosotros la tarifa del parking. Nos pareció ridículo, pero para evitar conflictos lo abonamos sin rechistar. Devolvimos el Skoda Roomster, compañero de fatigas en Croacia con cierta pena, pero en casa nos esperaba nuestro Xsara. Tras la pertinente cola de facturación nos encontramos volando hacia Barcelona y posteriormente (con más de una hora de retraso) hacia Sevilla. A las 22:00 ya estábamos en el aeropuerto de San Pablo. Esta vez con maletas incluidas.

Y así concluye nuestra aventura por Croacia. Era la primera vez que hacíamos un viaje de estas características con nuestra niña. A lo largo del viaje hubo quien nos llamó locos, otros valientes y otros lo vieron como algo normal. La verdad es que, a pesar de los inconvenientes que supone, y el esfuerzo que requiere, compartir la experiencia con ella merece la pena. Es parte de nuestra vida y tratamos de adaptarnos a ella. También hemos aprendido donde están nuestros límites y los suyos. Siempre se aprende algo en cada viaje.

En cuanto a Croacia, pensamos que no nos equivocamos al elegir este destino. Es ahora cuando se está abriendo al mercado español. De momento, predomina el turista italiano y alemán. Es cierto lo que dicen de que Croacia está perjudicando al turismo español, son muchos los europeos que han sustituido las costas españolas por las croatas. En el país bañado por el Adriático encuentran sol, mar, naturaleza, cultura... y aunque uno siempre tira para lo suyo, la realidad es que es un país muy completo que, sin duda, volveremos a visitar. ¡Prepárate Croacia! porque amenazamos con volver.

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